¿Qué son los desórdenes alimenticios?
Los desórdenes alimenticios son la clave de los problemas de salud que enfrentan las mujeres jóvenes. Millones de personas en los Estados Unidos son afectadas por esta enfermedad tan seria y muchas veces que amenaza la vida. La mayoría de estas enfermedades-- más del 90 porciento -- occurre entre los adolescentes y las mujeres jóvenes adultas. El número de mujeres americanas afectadas por estas enfermedades se ha duplicado en las últimas tres décadas a casi 5 millones. Existen cuatro tipos principales de desórdenes alimenticios.
Anorexia Nerviosa
La anorexia es una condición peligrosa en la cual las personas literalmente se mueren de hambre. Las personas con este desórden creen que están sobrepeso y comen muy poco, a pesar de que son delgadas. En particular este desórden afecta de 0.5 porciento a 1 porciento de la población adolescente femenina con la edad promedio de comienzo entre los 14 y 18 años. La anorexia se identifica en parte, por rehusarse a comer, un deseo intenso de estar delgada, miedo de observar grasa en el cuerpo, intentos repetidos de hacer dietas y pérdida excesiva de peso. Para mantener un peso bajo anormal, las personas con anorexia pueden hacer dieta, ayunar o hacer ejercicios excesivos. Estas personas frecuentemente realizan comportamientos tales como: provocarse vómitos, el mal uso de laxantes, diuréticos o enemas. Frecuentemente, la condición surge luego de un evento que cause tensión en la vida, como el comienzo de la pubertad o mudarse del hogar de sus padres.
Bulimia Nerviosa
Los individuos que sufren de bulimia siguen una rutina de alimentación secreta, descontrolada o gula (ingiriendo una cantidad grande y anormal de comida dentro de cierto periódo de tiempo) seguido por comportamientos para deshacerse de la comida que se ha consumido. Esto incluye provocarse vómitos y/o el mal uso de laxantes, píldoras dietéticas, diuréticos (píldoras para eliminar el agua del cuerpo), ejercicios excesivos o ayuno. La bulimia afecta a aproximadamente 1 porciento a 3 porciento de los adolescentes en los Estados Unidos; usualmente la enfermedad comienza tarde en la adolescencia o en la adultez temprana. Las persona bulímicas se sobre preocupan con la comida, su peso y forma. Ya que muchos individuos con bulimia 'periódos de gula (glotonería) y purgación' y mantienen un peso normal o sobre lo que es normal, muchas veces pueden esconder por años su enfermedad de otras personas. Los periódos de gula pueden variar desde una o dos veces a la semana hasta varias veces durante el día y pueden provocarse por una variedad de emociones tales como depresión, aburrimiento o coraje. La enfermedad puede ser constante u ocasional, con periódos de recurrencia alternando con hábitos de gula (glotonería).
Desórdenes Alimenticios
Mucho más comunes y extensivos son los desórdenes alimenticios atípicos. Esto se refiere a hábitos alimenticios problemáticos, tales como dietas restrictas, periódos de gula y purgación, que ocurren con menos frecuencia o son menos severos que aquellos que tienen que cumplir con todos los criterios para el diagnóstico de un desórden alimenticio. Estos pueden ser cambios en los patrones alimenticios que ocuren en relación a un evento , una enfermedad, apariencia personal o en preparación para una competencia atlética. Aunque los desórdenes alimenticios pueden terminar en pérdida o aumento de peso y algunos problemas nutricionales, esto raramente requiere atención profesional. Si el desórden se mantiene y se convierte en angustia o comienza a interferir con las actividades diarias, puede necesitar una evaluación profesional.
Enfermedad de la Gula (Glotonería)
La enfermedad de la gula es el desórden alimenticio más nuevo clínicamente reconocido. Esta enfermedad se identifica principalmente por episodios repetidos de gula incontrolada, que usualmente no termina hasta que la persona no esté completamente llena al punto en que esto le incomoda. Sin embargo, a diferencia de la anorexia y la bulimia, esta enfermedad no está asociada con comportamientos inapropiados tales como provocarse vómitos o hacer ejercicios excesivos para que el cuerpo se deshaga del exceso de comida. Usualmente la enfermedad comienza tarde en la adolescencia o temprano en los veinte años, frecuentemente luego de haber perdido peso significantemente debido a una dieta.Algunos investigadores creen que la gula es eldesórden alimenticio más común, afectandode 15 porciento hasta 50 porciento de los participante en programas de control de peso. Las mujeres son más propensas a esta enfermedad que los hombres.
¿Cuáles son las complicaciones médicas de los desórdenes alimenticios?
Las consecuencias de los desórdenes alimenticios pueden ser severas. Por ejemplo, uno de cada 10 casos de anorexia nerviosa causa la muerte por hambre, paro cardiáco y otras complicaciones médicas, o por suicidio.
Muchos pacientes con desórdenes alimenticios también sufren de otras enfermedades psiquiátricas como ansiedad clínica, depresión, cambios en personalidad o problemas de abuso de drogas, o desórden obsesivo-compulsivo y muchos están en riesgo de suicidio.
Otras complicaciones incluyen bajas en el pulso y bajas en la presión, periódos menstruales irregulares o pérdida de losperiódos, deshidratación, bajas en la temperatura del cuerpo, reducción en la masa muscular, pérdida de calcio en los huesos (debilitándolos o haciéndolos propensos a fracturas), ritmos irregulares del corazón y daños en los dientes y en el esófago debido a los frecuentes vómitos. Los individuos con desórdenes alimenticios que usan drogas para estimular los vómitos, movimientos intestinales o para orinar pueden considerarse en peligro ya que estas prácticas aumentan el riesgo de los fallos en el corazón.
¿Cuál es el tratamiento para los desórdenes alimenticios?
Los desórdenes alimenticios se pueden tratar más exitosamente cuando se diagnostican temprano. Mientras se prolongen los comportamientos alimenticios anormales, se hace más difícil vencer el desórden y sus efectos en el cuerpo. En algunos casos, se necesitan tratamientos a largo plazo y hospitalizaciones. Actualmente no existe un tratamiento consecuente aceptado universalmente para los desórdenes alimenticios. Idealmente, un método integrado para el tratamiento incluiría las destrezas de los nutricionistas, profesionales de la salud mental, endocrinólogos y otros especialistas. Pueden utilizarse varios tipos de psicoterapias, incluyendo terapia cognoscitiva y del comportamiento, terapia interpersonal, y terapia familiar y de grupo. También podría ayudar al mejoramiento de la estima propia. Los medicamentos antidepresivos y otras drogas han sido parte de algunos régimenes terapéuticos. El estado de los desórdenes alimenticios como enfermedades curables ha sido controversial, ya que las probabilidades de recaer en estos patrones alimenticios desordenados pueden ser muy altas.
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